TRANSFERENCIA GENÉTICA ENTRE BACTERIAS

Las bacterias, esos diminutos organismos que habitan diversos entornos, incluyendo nuestro propio cuerpo, tienen sorprendentes mecanismos para intercambiar información genética entre sí. Este proceso es crucial para su adaptación y supervivencia en entornos cambiantes.

Existen dos formas principales de transferir genes en las bacterias: la transferencia vertical y la transferencia horizontal. La transferencia vertical se refiere a la herencia de genes de una generación a otra, a través de la división celular. Por otro lado, la transferencia horizontal permite a las bacterias intercambiar material genético directamente entre ellas, sin depender de la descendencia directa.

Entre los métodos más destacados de transferencia horizontal se encuentran la transformación, la conjugación y la transducción. Cada uno de estos procesos implica una forma única de transferir material genético de una bacteria a otra, lo que les permite adquirir nuevas características y habilidades.

Exploraremos en detalle cada uno de estos fascinantes mecanismos y su importancia en el apasionante mundo de la microbiología.

CÓDIGO GENÉTICO

La secuencia de nucleótidos del ADN, a través del intermediario del ARN mensajero (ARNm), es “decodificada” en la secuencia de aminoácidos de las proteínas. Pero, ¿Cómo le hacen nuestras células para convertir un “alfabeto” que tan solo tiene 4 nucleótidos, en uno de 20 aminoácidos?

ESTRUCTURA DE LOS ÁCIDOS NUCLEICOS

El ADN y el ARN son largos polímeros, llamados ácidos nucleicos, que llevan la información genética. Éstas macromoléculas consisten en un gran número de monómeros, conocidos como nucleótidos, cada uno a su vez compuesto de un fosfato, un azúcar y una base. La información genética se encuentra almacenada en la secuencia de bases en los ácidos nucleicos.